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Sociedad

EPHEMERIDES ACAPULCANAE
SÁBADO 7 DE AGOSTO DE 2010
LA BEATA MADRE TERESA DE CALCUTA EN ACAPULCO.

 

El próximo 26 de Agosto de 2010 tendrá lugar en muchas partes del mundo celebraciones por 100 años del nacimiento de Madre Teresa, la fundadora de las Misioneras de la Caridad. La Beata decía sobre su origen: "de sangre soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús". "Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres", solía decir también.


Agnes Gonxha Bojaxhiu: Quien nació en la actual ciudad albanesa de Skopje y ubicada en Macedonia, el 27 de Agosto de 1910, a los 18 años ingresó en la Orden de Loreto y tomó el nombre de Teresa debido a su gran devoción por Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz Ese mismo año llega a Calcuta, donde al encuentro con los pobres, será reconocida por su entrega como la Madre Teresa de Calcuta. De Teresita del Niño Jesús aprenderá la experiencia de un Dios cercano y misericordioso; la experiencia del amor a Dios que se transforma en comunión y servicio desinteresado; por la integración de la persona; y la transmisión de la fe al mundo de la incredulidad; la experiencia espiritual con rostro concreto en el hermano que sufre. En 1950 fundó la orden femenina de las "Misioneras de la Caridad" y su rama masculina ("Hermanos de la Caridad") en 1963. Recibió el reconocimiento de Premio Nobel de la Paz 1979.



Del Viernes 20 al Martes 24 de Agosto de 1982, tuvo lugar en Acapulco el Segundo Congreso Internacional para la Familia de las Américas, en el Salón Teotihuacan del Centro Internacional de Convenciones de Acapulco, donde participaron 3, 300 asistentes. Este importantísimo Congreso, contó con la invaluable presencia de la Madre Teresa de Calcuta, que en esos días cumpliría 73 años de edad, quien ya había sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz. y fue dedicado especialmente al incansable defensor de la vida, el grande Papa Juan Pablo II, como respuesta a una de las principales preocupaciones de su Magisterio y como muestra de adhesión, fidelidad y amor.


El Domingo 22 de Agosto de 1982, tuvo lugar en Acapulco una maratónica jornada para Madre Teresa de Calcuta, pues fue el único día de su estancia en Acapulco, por la mañana pronunció un extraordinario discurso titulado “EL TEMOR AL NIÑO”, en el Salón Teotihuacan del Centro Internacional Acapulco, durante el Congreso para las Familias.


Madre Teresa dijo en Acapulco: “Jesús, el Hijo de Dios, el niñito; el pequeñuelo no nacido aún que puso en el vientre de María. El se hizo pequeño, pobre; se hizo indefenso, únicamente para hacernos sentir que El es uno de nosotros en todas las cosas, excepto en el pecado, y venimos a darles la buena nueva: que Dios es amado y que Dios nos ama.… Ese niñito tan pequeño… Eso es precisamente lo terrible. Pensar que hoy en día un niñito no nacido aún, se ha hecho foco de destrucción, que por él se quiere destruir el don de Dios, tratando de destruir la presencia de Dios en el mundo. Y realmente las criaturas son algo tan hermoso; son preciosas… Debemos agradecerle a ese pequeñito el habernos enseñado la humildad… Esto es muy importante, y ésta es la razón por la que Dios vino a través de Su hijo tan hermoso y Dios habla del más grande niño del universo y también de la hermosura del bebe, y quiere que nos enamoremos del niño y que los chiquitines sean queridos… Esto es realmente dar amor, intercambiar amor. Esto es por lo que Dios se hizo pequeño, pobre, indefenso, herido, además dice: “Cualquier cosa que hagan por otro, lo harán por mí. Yo también tuve hambre y sufrí, yo también fui indefenso y ustedes me ayudaron”. Esto es algo maravilloso y esto es lo que tendremos que aprender, porque cada uno de los pobres más pobres, de los leprosos no queridos, de los prisioneros, es también un ser precioso y debe ser amado.
Todos los niños son hijos de Dios, y debemos dar gracias a Dios por ellos. Este es el don más grande de Dios, y es por lo que debemos dar gracias a Dios; Dios los ha hecho a ustedes en este pequeño niño, para traer el don más grande a los corazones de la gente. Así es que debemos dar gracias a Dios… Duele. También nos debe doler a nosotros, y es en donde el amor empieza, ¿dónde?, en la familia. Todo se resolverá con la oración; la familia que reza junta, permanece junta y se amarán los unos a los otros; asegúrense de rezar juntos… Jesús es la respuesta para la paz y se dice que los que estamos con Jesús, no tendremos miedo al niño… Un niño debe morir porque será muy caro alimentarlo, vestirlo. Y yo creo que los países, las naciones, las familias que destruyen a los niños, son los más pobres de los pobres; necesitan mucha compasión.


Yo quisiera decirles a ustedes, gente joven, que es algo hermoso que una chica ame a otro chico, y que el chico ame a una mujer: ámense los unos a los otros con un corazón puro y asegúrense que el día de su boda tendrán algo hermoso que darse el uno al otro; un corazón virgen, un corazón que no ha sido tocado, completamente virgen. Antes del matrimonio, si se comete un error y la chica se encuentra con un niño, NO DESTRUYAN A ESE NIÑO, NO LO MATEN, ACÉPTENLO, MANTÉNGANSE CERCA DE ÉL, YA QUE AL DESTRUIR AL NIÑO SE COMETERÍA PECADO, UN PECADO MÁS GRANDE, Y SI NO QUIEREN AL NIÑO, YO LO QUIERO, DÉNMELO A MÍ… En todo el mundo hay preocupación, hay tantas personas, tantos niños, y quieren disminuir el número destruyendo al niño, y no necesitan hacerlo… ¡Queremos paz, vamos a trabajar por la misma!... La manera como pueden llevar ese amor es a través del hogar. Traigamos el amor a nuestros hogares, traigamos al Señor a nuestros hogares, traigamos la oración a nuestros hogares… Es algo terrible no tener a nadie, no ser nada, haber olvidado lo que es el amor humano, lo que es el toque humano”. Palabras que nunca dejarán de resonar en los corazones y las mentes de hombres y mujeres de buena voluntad en Acapulco.
Por la tarde, Madre Teresa acudió a la Plaza de Toros Caletilla, para la realización de un festival popular, organizado por la Dirección de turismo Municipal, en el que estuvo presente el Alcalde Amín Zarur Menez, con motivo de felicitarla por sus 73 años de vida que en los próximos días cumpliría. Festival del cual la Madre Teresa sólo participó unos minutos, visiblemente agotada por la jornada.


La Madre Teresa, quien para su venida a Acapulco ya era Premio Novel de la Paz –tres años antes había recibido el galardón-, a pesar de su proyección universal, no dejaba de ser una persona sencillísima, de un alma prístina, y sobre todo alejada de todo lo que pudiera parecer superfluo. Los organizadores, tanto del Congreso Internacional de la Familia, como del Congreso para la Juventud, los cuales se desarrollaron simultáneamente, prepararon su estancia en una espléndida habitación del Hotel Las Brisas, con una íntegra familia benefactora de la Iglesia en Acapulco. Pero ella, coherente con su estilo de vida, desechó tal ofrecimiento, y pidió al entonces Arzobispo de Acapulco Monseñor Rafael Bello Ruiz –de feliz memoria-, ser hospedada en las humildes instalaciones del Seminario del Buen Pastor de Acapulco. Pronto se realizaron unas reformas a las instalaciones, con la finalidad de recibir a tan distinguida huésped, dirigidas por el entusiasta cursillista Pedro Kuri Yasbek, Agustín Duarte, y ejecutadas por el Arquitecto Oliver Carmona Flores y el Ingeniero Ángel Salinas. El Rector a quien tocó en suerte recibir a Madre Teresa fue el Presbítero José Arturo Nava Castillo. El Seminario se vio bendecido por la presencia de esta ilustre visitante, quien se hospedó en el área que ocupaban entonces las Religiosas Franciscanas de San José, quienes atendían la cocina del Seminario, y pudo conocer de cerca la simplicidad del estilo de vida del Arzobispo Bello, que por años habitó en un tejaban, con un típico corredor costeño, y apenas una sencilla mesa que servía de escritorio. Los seminaristas gozaron entonces de su presencia, y sin duda las oraciones de esta gran Santa contemporánea, darán sus frutos, de abundante mies, que es esperanza de la semilla sembrada en el surco de esta Costa Guerrerense.


En marzo de 1997, la Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General. Después de encontrarse por última vez con el Papa, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de vida. Falleció el 5 de Septiembre de 1997, en Calcuta, a la edad de 87 años. Para el día de su muerte se habían consagrado casi 4.000 Misioneras de la Caridad, y sus comunidades se habían establecido 610 fundaciones en 123 países del mundo, y fue inhumada en impresionantes funerales con honores de Estado.

LA BEATA MADRE TERESA DE CALCUTA EN ACAPULCO.
Pbro. Lic. Juan Carlos 
Flores Rivas.



Beatificada el 19 de Octubre de 2003 por el Santo Padre Juan Pablo II. En la Plaza de San Pedro. En esa ceremonia estuvieron presentes: el Presidente Municipal de Acapulco Lic. Alberto López Rosas,acompañando al Arzobispo de Acapulco Monseñor Felipe Aguirre Franco, junto con los presbíteros Juan Carlos Flores Rivas, y Miguel Ángel Contreras Ontiveros, y el Señor Sergio Suárez.

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