Nació en Tecpan de Galeana el 23 de mayo de 1922, fue un niño vivaracho desde los dos primeros años cuando estuvo a punto de ahogarse en el río o un año después cuando le entregó a su mamá un camarón que estaba más grande que su mano derecha o a los 5 años cuando cruzaba el río crecido, turbulento, con fuertes corrientes.
En busca de una mejor vida se trasladó con su mamá al puerto de Acapulco, después de los quince años comenzó a meterse al mar, lo que fue su gloria. Aplonio de inmediato incursionó con las figuras de Clemente Mejía, Pipo Diego y otros, en las competencias donde comenzó a tener lauros.
Se especializó en el nado de pecho y obtuvo medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Colombia, y participó en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, en dónde clasificó a la final de 200 metros nado de pecho.
Después fue nombrado comandante del cuerpo submarino de hombres ranas de la VII Zona Naval Militar, con esa experiencia, al ocurrir el asesinato de una pareja neoyorquina a quien le habían robado sus joyas la dirección federal de seguridad le invitó a buscar los cadáveres en el fondo del mar, frente a La Yerbabuena, siendo su última y trágica inmersión, pues en 1957 perdió la vida después de varias horas de esfuerzo por tratar de salvarse ya que había sufrido una descompresión.